El mundo burgués

*Por Paula Pardavila

Promediando el siglo XIX con la vieja estructura política, social y económica diluida, un “nuevo mundo” acecha, ese “nuevo orden”, que traerá consigo nuevos actores, relaciones de poder y conflictos sociales. Entran en lucha dos clases sociales antagónicas: burgueses y proletarios.

Pensemos a la burguesía –desde mi sentir, comprendiendo y despreciándola– ya que son los opresores y explotadores de la clase obrera. Reflexionando sobre los elementos que caracterizan a la burguesía veremos que tanto en el pasado como en el presente son los mismos, pero prestemos atención al «mundillo» burgués: la vestimenta, el interior del hogar, los objetos, la belleza, hipocresía, mentira y la familia. Todos elementos materiales que buscan sobresalir del status.

Ilustración: Emperador González 2019

Analizando puntualmente la vestimenta me surge la tan conocida frase “el habito no hace al monje”; en el pasado era una situación históricamente nueva, se desempeñaban nuevos roles sociales y para ello había que vestir ropas adecuadas. Paralelamente, en la actualidad, situación muy similar a la del candidato obrero vistiendo traje para la ocasión.

El hogar burgués, una falsa felicidad rodeada de objetos materiales, la cena navideña, el árbol de navidad, por nombrar solo algunos ejemplos, simbolizan la frialdad del mundo exterior y la buscada y ansiada calidez del mundo interior. En 2019 vemos rentistas disfrazados de revolucionarios, que enmarcan a la perfección esta idea de frivolidad, el interior de sus hogares rodeado de objetos, incluso pinturas de marco dorado, y en el exterior se ponen en pose de clase trabajadora (te acompaño en el frío un rato, pero continúo con mis privilegios).

La belleza era un sinónimo de decoración , los buques de vapor o ferrocarriles eran funcionales pero debían decorarse en su interior en la medida que pertenecieran al mundo burgués. Qué podemos decir de la decoración en 2019, ya sea en el hogar o en el cuerpo, impuesto por el sistema capitalista, consumismo que no discrimina a los \as que se dicen “revolucionarios”, podríamos decir “revolución del consumismo”, sus carísimas carteras, uñas esculpidas, marca por aquí, marca por allá, es ahí donde me surge una pregunta ¿Es su cuerpo y hacen lo que quieren? Porque los estereotipos están muy marcados y algunes lo siguen, o ¿sera que se los imponen?

Hipocresía, doble moral, “somos todos iguales ,pero algunos mas iguales que otros”; normas de comportamiento –determinadas por el dirigente-, son características puntuales de la burguesía de ayer y hoy. Gastar para imitar ese estilo aristocrático que tanto critican.

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