Principios y propósitos

Esta publicación es libertaria. ¿Y qué es un libertario? Un compañero, una compañera, que en todo momento, en toda causa y en cada pequeña acción busca y ejerce la libertad. Sólo en libertad habrá igualdad, sólo en libertad e igualdad habrá humanidad. Por ello es que el sistema social en que vivimos es deshumanizante.

Un libertario se resiste a ser oprimido. Más importante aún es no ser opresor, bajo ninguna forma, ni económica ni política. Un libertario rechaza la dominación económica basada en la propiedad y también resiste a las formas de gobierno centradas en la autoridad y las jerarquías.

Bajo esta declaración breve de principios surgen contradicciones. El libertario de estos tiempos no ejerce perfectamente estos ideales; los persigue como utopía, está en constante construcción y deconstrucción. No puede ser sectario, fanático, cuando sus compañeros no comulgan completamente sus ideas; por carencia o por discrepancia, pues al forzar las ideas se cae en autoritarismos.

Así, en esta publicación escribimos desde abajo, somos todos trabajadores. Aquí nos expresamos los que rechazamos las jerarquías y  los beneficios, no nos interesan los cargos políticos, porque un cargo rentado o semirentado, una banca parlamentaria o municipal, no son trabajos, no producen; son parte de la burocracia.

Y escribimos desde el oeste del conurbano de Buenos Aires porque vivimos y caminamos por los barrios. Algunos hijos naturales, otros por elección. No nos cerramos al territorio, el espíritu de las ideas es lo esencial.

El objetivo de esta publicación es contribuir a la conciencia de clase, la de la clase trabajadora. Sentirnos parte, reflejarnos e identificarnos con los laburantes, los que día a día madrugan y trasnochan para que la maquinaria funcione. Consideramos que este es el problema principal de nuestra clase, la falta de conciencia, porque consumimos la cultura de nuestros verdugos y nos reflejamos en la clase dominante. Queremos contar otra historia, la historia que ocultaron los opresores, reivindicar y conocer a los hijos del pueblo demonizados por esa clase. Bajo principios librepensadores y sin patrones políticos; aquí no participan iluminados ni catedráticos, escriben los de abajo, para los de abajo.

Escriben

Paula Pardavila, docente en escuelas públicas, feminista sin patrón.

Donato Di’Nunzzio, albañil jubilado, peronista de Perón, desencantado.

Germán Grob, docente en escuelas públicas, en las antípodas de todo.

*Antonio Berger, chofer interurbano jubilado, anarquista sin saberlo.

*Miguel Colipán, talentoso jugador de metegol, ciudadano de otro plano de la realidad.

Contacto: la.rebelde@protonmail.com

Recibir publicaciones por Telegram